Vredeborch Felica

Aunque últimamente es difícil encontrar nada interesante ya en los mercadillso alemanes, a veces hay suerte y nos topamos con uno de esos puestos de "no profesionales" con algún tesoro escondido bajo kilos de calcetines y enaguas de segunda manp.
Es el caso de la Felica. A simple vista, parece una de esas cámaras de juguete de las que salta un payaso al accionarlas. Nada más lejos de la realidad, la Felica aunque sea de plástico (seamos exactos: bakelita) es prácticamente un "eslabón perdido" entre las cámaras de cajón y las "compactas de rollo", aunque al final la he catalogado de cajón, pues no deja de ser un casette (de bakelita) "encajonado" en una caja de metal. Muy similar en concepto a la Agfa Clack. De hecho, es muy posible que Vredeborch se basara en la exitosa Clack que salió a la venta un año antes, pues tiene muchas similitudes con ellas si las ponemos juntas.
Efectivamente, la Felica ve la luz en la época del ocaso de las cámaras de cajón, a mediados de los 50, y es que la manera que tiene de cargar el rollo, no es abriendo un compartimento trasero, no sino sacando todo el "cajón" para ello; exactamente igual que las cámaras cúbicas.
La cámara está en perfecto estado de conservación y mantenimiento, con visor y objetivo diáfanos. Vino con funda y me la llevé junto con un el flash "Ticky min" a juego, todo por 5 €.
El objetivo tiene un rudimentario ajuste de distancias, 2 aperturas (simples) para tiempo nuboso o soleado, 3 velocidades de cierre y incluso un filtro amarillo.

Como la lente es más bien barata (del tipo "menisco") se utilizó un truco común en este tipo de cámaras con esa lente, y es que la película está combada en su interior para compensar la distorsión de la lente, obteniendo así una calidad aceptable en la fotografía por un precio más que asequible.

Al sacar la cámara de su funda, ésta dispone de un asa plástica para su transporte.
Desde luego, la cámara ofrece mucho más que un payasete y un chiflido al accionarla ;-)

Atrás