Polaroid Land Camera 80A - Highlander

Qué imagen nos formamos en la mente cuando nos referimos a una Polaroid? Yo cuando menos, ante la mención de dicho nombre, me venía a la cabeza una cámara negra, más o menos cúbica que escupía fotos por delante nada más dispararla y que se revelaban agitándolas al aire.

Pues resulta que no todas las Polaroid fueron siempre así. Aunque otras Polaroid, como la Electric Zip sí que fueran literalmente “un ladrillo”, en sus comientos las Polaroid eran...de fuelle! Efectivamente, Edwin Land creó su empresa Polaroid en 1938, aunque no sería hasta 1948 que patentaría su cámara de “autorevelado” en la que está basada esta “Highlander” que os presento aquí.

Para ello, Land ideó (aunque no todo el mérito sea suyo, como puede verse en la patente) una cámara de rollo y fuelle, pero cuyo negativo estaba compuesto de tal manera, que él mismo originaba el positivo de la foto en tan sólo un minuto de espera tras tirar la foto. Toda una revolución para el mundo fotográfico!

Esta cámara, por lo demás, es técnicamente realmente simplona. Está echa enteramente de metal pintada en marrón menos la parte superior que monta el visor que es de simple plástico, y el fuelle, por supuesto. Carece por completo de accesorios como telémetro o fotómetro y lo único que realmente ofrece como “extra” es un pie de accesorios directamente sincronizado para flash, pero para uso sólo de flashes compatibles no electrónicos Polaroid (Modelo 281 por 12.95 $). En dicho pie (o zapata) se puede acoplar igualmente un telémetro externo (que costaba unos 3 $).

Desde que me enteré que no todas las Polaroid eran tan “cúbicas” y que incluso algunas (de hecho muchas!) eran de fuelle, quise hacerme con uno de éstos modelos. La 80A (o la 80) era la candidata ideal, pues es la que menos se valora de las primeras hornadas de dichas cámaras. Con suerte me haré con algún que otro ejemplar. Y es que además, a pesar de ya de por sí su gran tamaño, la “Highlander” es la más pequeña de la familia (costando originalmente 69.95 $), comparada con sus hermanas mayores la 95A “Speedliner” (89,75 $) y la 110 “Pathfinder” (249,50 $). La 80A se produjo de 1957 a 1959 y era el relevo de la 80 producida desde 1954. La única diferencia fue la inclusión de exposiciones Polaroid Standard “EV” (Exposure value) que, según Polaroid, debía aligerar enormemente el proceso de elección del diafragma necesario. Dicho sistema no logró imponerse fuera de Polaroid y acabó falleciendo. De 1959 a 1961 salió el último modelo de su serie, la 80B, que sólo incluía ciertas mejoras en la cuchilla de corte de la película revelada.

Para abrir la cámara, apretamos un botón cromado de su parte frontal que libera la base de la cámara que se despliega automáticamente. Para cerrarla hemos de presionar a la vez en el medio de ambas guías laterales y tener cuidado de no pillarnos los dedos en la operación (en serio!). La cámara se puede apoyar en una superficie plana gracias a una patilla abatible que por delante lleva grabado “MODEL 80 A” y por detrás el número de serie (como antiguamente hacía Kodak), en éste caso el H913831.

De óptica monta un objetivo de lentes en 3 grupos con una focal de 100mm y una apertura máxima de 1:8.8, o sea, que ninguna maravilla y menos teniendo en cuenta que ya estábamos en los albores de los 60! El disparador sólo ofrece dos velocidades de disparo (1/25s y 1/100s) que se seleccionan automáticamente con el selector de diafragma “EV” antes mencionado.

Dicho selector “EV” se maneja a través de una rueda dentada incorporada en el la parte frontal superior derecha (mirando desde alante) del objetivo, y el valor indicado puede leerse en una ventana frontal. Los conocedores del común sistema de aperturas de diafragma, no saben bien cómo empezar con los números de dicha ventana que van de 11 a 18. Para poder elegir adecuadamente estos diafragmas es preciso utilizar un fotómetro externo Polaroid “PR-23A” (que costaba unos 13,95$) y caso de utilizar flash, hay que trabajar con los números marcados en rojo.

Debido a la simplicidad técnica de la cámara (más bien propia de cámaras de los años 30) era muy fácil que las fotos salieran sub- o sobreexpuestas, a lo que Polaroid restaba importancia con su filosofía de “si sale mal, puedes tirar la misma foto en el momento” aplicando el “mayor o menor diafragma” hasta que la foto salga expuesta correctamente, aunque te cueste todo el carrete en el intento...

El diafragma ni siquiera es de hojas, sino que es rotativo con perforaciones de varios tamaños y a veces dos números diferentes ofrecen la misma apertura. Esto se debe a que uno de los números utiliza dicha apertura a 1/25s y el otro a 1/100s ya que la selección de velocidades se realiza automáticamente (como arriba mencionado) de esta manera.

Cuando menos, el objetivo deja enfocarse desde 3,5 pies (unos 90 cm) a infinito, girando el anillo exterior único del objetivo. Aparte de eso, abajo encontramos la otra única cosa que podemos ajustar. Un selector B/I para poder tirar fotos con el diafragma abierto mientras pulsemos el disparador (posición “B”).

El disparador no se encuentra a simple vista, ya que se sitúa discretamente en la base de la cámara y dentro de ella, una vez abierta la misma, en su lado izquierdo (de nuevo mirándola desde delante) y casi justo debajo de la zapata para el flash. Por algún sitio he visto que se pueden usar latiguillos, pero no he encontrado ninguna parte para enroscarlos. Ni siquiera en el punto que se une la palanca del disparador con su mecanismo en el frontal del objetivo. El disparador se puede accionar todo el tiempo, por lo que hay peligro de realizar dobles exposiciones si no se extrae la foto nada mas dispararla.

En la publicidad de la cámara podemos leer que el sistema se sincronización de la cámara no es visible. Bueno, esto es cierto a medias, por que la verdad es que no es difícil darse cuenta de una especie de “cordón umbilical” de dos cables (blanco y negro) que sale de la base del objetivo y se pierde en dirección a la caja de la cámara. Se trata del cable que va unido a la zapata para flash y que se ocupa de su sincronización con el disparador. Hay que concederle a la cámara el ser una de las primeras en incorporar el sincronizador en la zapata. Todavía se producirían cámaras durante mucho tiempo con dicho sincronizador aparte para usarlo con flashes sincronizados por cable.



Rosca para trípode sólo tiene una y está situada en la base de la parte frontal desplebagle. La encontramos en medio de una chapa donde viene grabado “POLAROID Land Camera” en letras rojas.

El visor es muy simple y sin nigún tipo de correción de paralaje, lo que se paga especialmente caro en tomas cercanas con esta cámara. Aunque por delante se le ve bastante grande, por detrás se vuelve muy diminuto, aunque para saber más o menos lo que estamos enfocando debería valer. En un lateral, en la zona de la bisagra de la tapa trasera, incorpora una pequeña asa de cuero para su transporte.

Después de ver su sencillez, viene su parte complicada. Cómo funcionaba el sistema de fotos de esta cámara? Bueno, en principio la cámara es de rollo, pero desde luego no del acostumbrado rollo 120 (por ejemplo), sino lo que sería un rollo 116 con “modificación Polaroid”. Como podéis ver en una de las fotos, el rollo de la Polaroid es ligeramente más largo que el mencionado 120. Además, veis por algún lado alguna rueda o manivela para el paso de foto? Ni la sigáis buscando, que no la tiene; no recordáis que es una Polaroid? Aunque sea viejecilla también usaba el sistema de fotografías “autorevelables” aunque un sistema más antíguo que las fotos “agitables”.

Por la red he encontrado un par de métodos para utilizar la cámara con rollo 120. Uno simplemente decía que había que colocar el rollo normalmente y pasar cada foto abriendo la cámara y pasando a la siguiente foto a mano. Encuentro este método muy engorroso, ya que tras cada foto necesitas un cuarto oscuro y acertar con la medida del paso de foto; merece la pena todo el trabajo por tirar un par de fotos con esta cámara? Es muy bonita y “vintage” y todo eso, pero creo que hay otras muchas cámaras de fuelle igual de antíguas y bonitas, que admiten el rollo 120 sin reservas y no necesitas todo eso para pasar una foto.

El otro método era más elaborado, pero destructivo, y consistía en insertar una rueda y eje de avance en la cámara, para lo que había que taladrar y cosas de esas. Si se hace bien puede ser una alternativa válida para revivir la cámara, pero como coleccionista me parece una manera de destrozarla y de esa manera, hacerle perder su encanto “Polaroid”.

Describir como cargar el carrete y cómo sacar las fotos es así en frío un tanto complicado, por lo que os recomiendo que lo consultéis en el manual que encontráis más abajo. Os diré a grandes rasgos, que se accede a su interior levantando el sistema de cuchilla y rodillo por donde sale la foto (el lateral contrario a donde está el asa y la bisagra) y que entonces la cámara se despliega a derecha e izquierda. El rollo nuevo (sin canuto) se coloca en el receptáculo de la izquierda y el canuto que recogerá los negativos se sitúa en el de la derecha. Luego se cierra la parte derecha de la cámara y se pliega sobre ella el papel que sale del rollo sin iluminar. Luego se cierra la parte izquierda que dispone de otra “puertezuela” que es la que se levantará para sacar la foto revelada.



Al disparar cada foto, hay que tirar del papel saliente por la zona del rodillo/cuchilla (y esperar haber tirado sin pasarse o no llegar). Tras un minuto de revelado, se levanta la portezuela y se puede extarer la foto terminada. Al tirar del papel, el negativo anterior se almacena en el canuto derecho y el siguiente negativo “fresco” se pone en posición de disparo. El papel o “substrato” sobrante se corta rasgándolo con la cuchilla que hay sobre el rodillo. Tranquilos que no os váis a cortar.

Si os he liado, os creo, ya que a mi mismo aún me cuesta entender del todo este mecanismo! Así que como dicho, casi mejor que no os fieis de mi en éste punto y os miréis el manual de la cámara.

Aunque Polaroid prometía fotos en un minuto, advertía que hay que esperar más (por lo visto hasta 3 minutos) en caso que la climatología externa sea muy fria, y para que las fotos se conserven bien, había que darles una especie de encerado o “acabado final” con un accesorio al efecto. También podía mandarse el negativo a Polaroid, con lo que te mandaban las fotos reveladas (e incluso ampliadas si se quería) y tratadas para que duraran el mayor tiempo posible sin estropearse. El caso es que tampoco había que pasarse en el tiempo de revelado, ya que la foto podía perder calidad. Así que no valía el decir “la dejo 5 minutos para asegurar y seguro que así sale bien”.

La película empleada para esta cámara era o bien la llamada “Type 31” (1,29 $), una película ortocromática de velocidad ASA 1001 (Kodak Super XX), o la “Typo 32” (1,53 $) que era una película pancromática de velocidad equivalente ASA 2001 (Kodak Tri-X). Ambos tipos de película son en blanco y negro de 8 exposiciones ya que no había película en color disponible para estos modelos de Polaroid.

Esta es la primera cámara de la colección de la que os consigo la patente original y que os incluyo abajo del todo.

Como curiosidad, con una cámara como ésta tomó Mary Moorman una de las famosas fotografías del día del asesinato de John F. Kennedy. Información sobre la misma, al igual que el manual que os incluyo sobre la cámara, los obtenéis de la página de Marcel Dehaeseleer. Se puede ver igualmente en una escena de la película “JFK” de Oliver Stone, donde aprecia a la actriz que interpreta a Moorman fotografiando con una Highlander, aunque sujentando la cámara incorrectamente (Verticalmente en lugar de horizontalmente como realmente tiró la foto y nos explica el propio Dehaeseleer).

En resumen, la Polaroid Highlander no pasará a la historia como la mejor cámara técnicamente hablando, pero sí fue una de las precursoras del revelado instantáneo. Lo que combinada con su estética “retro” (que diríamos hoy en día) y su fuelle, la convierten en un gran ejemplar para un coleccionista.


Fecha de adquisición 28.01.11
Lugar + Fecha de Fabricacion Cambridge/EEUU, 1957-1959
Objetivo Triplete 1:8,8/100mm
Cierre Everset rotativo 1/25s & 1/100s
Número de serie H913831
Tipo y dimensiones negativo Rollo tipo 116, formato 5,7x8,3cm
Ref. Kadlubeck POL0050




Manual en PDF patente en PDF
Manual Polaroid Highlander
(Inglés, PDF)

Gracias a Marcel Dehaeseleer
Patente de la Cámara
(Inglés, PDF)


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