ZEISS IKON MOVIKON 8
Esta Zeiss Ikon es una robusta cámara de cine con una apariencia muy peculiar. Si lo normal es que la
carga de una cámara de éste tipo sea lateral y que ésta se sujete de tal manera que quede "de pie", la Movikon
es de carga trasera y se utiliza como si fuera una cámara de fotos, más que como si fuera una de cine.
De hecho, el film no se carga de un modo ortodoxo, que digamos, ya que hay que darle la vuelta un par de veces para que
funcione correctamente, como indica el dibujo que véis en su tapa trasera.
La Movikon 8 es una cámara en formato denominado "normal 8" o "doble 8" que
viene a ser una película de 16 mm que se ilumina 2 veces (una por cada mitad, cambiando una vez el sentido del rollo) y
que luego se cortará por el medio (transvesalmente) y se unirá una de las mitades por donde acabe la otra.
Parece ser que la primera versión de la Movikon 8 salió a la luz en 1952 y era como ésta pero de color
marrón. Por lo visto la versión en gris salió al mercado en 1956. Más tarde aparecería otra
versión con varias velocidades de disparo y otra superior con fotómetro de selenio.
Esta Movikon sólo tiene una velocidad de disparo de 16 fps (imágenes por segundo) y la posibilidad de disparar
fotogramas de uno en uno. El selector de dicha velocidad se encuentra en la parte superior izquierda (si la miramos desde el
visor trasero), justo delante del indicador de metraje recorrido. El disparador se sitúa justo al otro lado y se conmuta
desplazándolo hacia el lado derecho. Dicho disparador se puede bloquear girándolo 90 grados para evitar filmaciones
accidentales.
La cámara funciona por cuerda (muelle) cuya rueda de carga se sitúa en la parte delantera, al lado del
objetivo.
Dicho objetivo es un Movitar 1:1,9 f=10mm de foco fijo, aunque se le pueden ajustar acoples de gran angular y teleobjetivos.
Girando la parte exterior dentada del objetivo, se puede abrir y cerrar el diafragma en las aperturas 16, 11, 8, 5.6, 4, 2,8
y 1.9. También se puede regular la distancia de enfoque desde ajustadísimos 0,2 metros a infinito, con un punto
rojo para seleccionar un enfoque casi para todas las tomas.
En la parte superior incorpora un pie para accesorios que en éste caso no va destinado al uso de flash, sino para
acoplarle un telémetro y poder así calcular mejor las distancias.
Se abre desde la parte de atrás y el cierre es del mismo tipo que usaban las Contax de la época. En el interior
conserva un carrete vacío original de Zeiss Ikon para recoger la película iluminada.
La funda de cuero original le da a la cámara un aspecto imponente, y dentro lleva dos estuches para filtros solares, que
por desgracia ya no conserva.
En fin, un ejemplo de que Zeiss Ikon no sólo sabía fabricar cámaras de fotos. Por cierto, la conseguí en
un mercadillo por muy poco al par que la Bauer 88 F.