Voigtländer Vito B
La Voigtländer Vito B es una cámara preciosa. Es una de las antecesoras de la más avanzada
Vito Automatic y he de decir que es más bonita que ésta.
Viene equipada con el magnífico Color Skopar (la réplica Voigtländer al Tessar) con recubrimiento, que alcanza
gran nitidez y saturación de color. Además el cierre es un avanzado Prontor-SVS de 8 velocidades hasta 1/300. Mi
ejemplar se trata, pues, de la versión "de lujo" de la Vito B, pues había otra con un cierre Pronto más simple
de 4 velocidades. También hay algún que otro ejemplar tardío (a partir de 1959) con Color-Skopar
1:2,8/50mm.
La cámara se nota pesada y robusta en las manos y es muy elegante; cromada mate (excepto el objetivo, en cromado
brillante) y forrada en cuero. Posteriormente salió un modelo con un visor más grande, pero que no es tan bonita ya
se acerca más a lo que es la Vito automatic. Una de las cosas que sorprende es la carga del carrete, pues primero se
libera un receptáculo con el que se puede comprobar si hay un carrete puesto o no, sin cargarse con ello el negativo en
la comprobación. Después se abre la tapa trasera con normalidad y se puede acceder completamente al interior.
El contador de fotos ha de ajustarse primero con una ruleta dentada que hay debajo del objetivo, y el contaje de fotos es
hacia atrás; o sea de 36 a 0 caso de tener un carrete con 36 exposiciones. Hay que tener cuidado con dicha ruleta, pues
se puede accionar accidentalmente y mover el número de la foto actual. Lo curioso del contador es que los números
aparecen "al revés", pues dada su colocación justo encima del objetivo, era la mejor manera para que el
fotógrafo los leyera bien al inclinar la cámara desde atrás para echarles un vistazo.
El cuerpo del objetivo se compone de tres anillos que integran de afuera a adentro la apertura del diafragma, la distancia de
enfoque y la velocidad de disparo. Como la cámara no tiene fotómetro ni telémetro, hay que ajustar la
cámara "a ojo" o hacerse con un fotómetro y telémetro portátil. De todas maneras en el objetivo hay
marcas suficientes para ayudarnos a ajustar las distancias y la profundidad de campo.
El visor es claro y correcto, pero no es nada más.
En un lateral del objetivo hay una curiosa palanca que te deja elegir entre 3 opciones, cada una con un color; "M"
(amarillo), "X" (rojo) y "V" (verde) que en principio puedes pensar que son filtros para el objetivo, pero al mover la
palanca no ves que pase nada delante de la lente. Por lo visto son ajustes del disparador, siendo "V" el temporizador, y
recomiendan no seleccionarlo, pues se puede fastidiar el mecanismo. Las posiciones "X" y "M" están conectadas con el
sincronizador (Sincronizador MX) del cierre y sirven para usar flash y diferentes tiempos de exposición.
Para cargar la cámara, se acciona una palanquita lateral que libera el botón de selección de sensibilidad de
la película. Éste selector no tiene, de todas maneras, más que una función "recordatoria" de la
sensibilidad de la película cargada.
Gracias al botón inferior para el rebobinado, se pueden realizar dobles exposiciones.
El cierre funciona perfectamente, pero para cargarla hay que tener dentro un carrete, o girar la ruleta interna con el dedo.
En muchos casos puede parecer que la cámara no funciona, pero simplente se trata de éste sistema. Por lo
demás, la carga de la foto se realiza con una manivela en la parte trasera superior de la cámara. El disparador
suena muy correcto en todos sus tiempos y dispone de una abertura para latiguillo.
El pie para accesorios no tiene conexión a flash, y el sincronizador MX del mismo se encuentra en la parte baja del
objetivo. también en la parte de abajo del objetivo y justo delante de la ruleta para ajustar el número de foto,
hay un útil pitón metálico que sirve para que al colocar la cámara sobre una superficie plana, ésta
no caiga hacia delante debido al peso del objetivo.
Lleva rosca de trípode en su base, con la que se fija también la cámara a su funda de cuero.
Se trata de uno de los primeros modelos de su serie y además, la Vito B fue la primera cámara de este formato que
Voigtländer fabricó sin fuelle y además lograron hacerla muy estilizada para su época.
En resumen, una compra estupenda; con su funda original de cuero y todo. Una cámara que veo perfecta para cualquiera que
quiera iniciarse en el maravilloso mundo de la fotografía manual. Totalmente recomendable.
En este link encontráis unas
intrucciones de uso, aunque no estén completas del todo.
Al final de la serie la pongo junto a la Vito Automatic para que comparéis sus tamaños.