Breve historia de BILORA
Bilora es el nombre comercial de los productos producidos por Kürbi & Niggeloh.
La empresa "Kürbi & Niggeloh" fue fundada por los alemanes Wilhelm Kürbi y Carl el 1 de febrero de 1909 en Barmen-Rittershausen. Inicialmente se dedicaba a la fabricación de productos metálicos de diverso tipo.
En 1911 construyeron su primera fábrica en Radevormwald, con una superficie total de 1200 m2, donde desarrollo gran parte de su producción. En 1919 se renombraría la empresa a un definitivo "BILORA". El nombre "Bilora" viene de sus fundadores Kürbi &
Niggeloh más la ciudad, Radevormwald.
La fabricación de cámaras se inició en 1935 con la “Bilora Box”, una cámara muy sencilla consistente en una simple caja metálica que sacaba negativos de 6x9 cm. Tenía dos aperturas (11 y 16) y el obturador de velocidad fija. Tambien fue vendida como “Voigtländer Box”.
Ya desde sus comienzos, las Biloras se convirtieron en cámaras de cajón muy populares, gracias a sus precios contenidos y a su buena calidad de fabricación. Una de sus características distintivas era la apertura de la cámara para cargar el rollo presionando dos botones laterales.
Su actividad se vio interrumpida por la II Guerra Mundial, reanudándose en 1949 relanzando su Bilora Box con sencillas modificaciones y un par de cámaras más fuertemente basadas en su modelo preguerra.
A partir de 1950 y hasta 1954 lanzarían su nueva generación de cámaras de cajón metálicas, con un disparador mejorado y una estética más adecuada a su época.
En 1949 Bilora comenzaría su paso a la bakelita con la producción de su exitosa serie “Bilora Boy”, cámaras sumamente sencillas, basadas en la película 127 y destinada al público infantil y juvenil. La segunda generación de las "Boy" fue hecha a partir de 1955 para rollo 120 y no alcanzó tanto éxito como la primera versión, cesando su producción poco después.
A la vez que las primeras Boy y con un poco más de pretensiones pero sin perder su sencillez, nació la serie Radix que se fabricara hasta 1954.
A mediados de los 50 llegó el ocaso de las cámaras de cajón, que fueron paulatinamente sustituídas por cámaras compactas de rollo (120 y 127 principalmente) y ofrecían básicamente las misma prestaciones que sus antecesoras de cajón, pero con una estética más acorde con los tiempos que corrían. Bilora no perdió este barco, que abanderó con su serie de cámaras "Bella" hasta mediados de los 60.
A finales de los 50 habían Bilora celebró la producción de su aparato un millón.
En julio de 1961 instala las primeras máquinas de inyección de plástico, dejando el metal como material de fabricación de sus cámaras. Entre varios de los accesorios que fabricaban (y siguen fabricando hoy en día) destaca igualmente su variedad de trípodes fotográficos.
En 1963-1964 fabricó las cámaras Bellina, compactas muy sencillas, del estilo de las Kodak Instamatic, que seguían empleando película 127.
En 1964 comenzó a fabricar unas compactas muy sencillas para la marca Zeiss Ikon, las Ikomatics, estás cámaras empleaban cartuchos de película 126. A partir de 1968 siguió fabricándolas bajo su propia marca, llamándolas Bilomatic, hasta 1975.
En 1975 cesó la producción de cámaras fotográficas.
En 1978 se traslado a su nueva planta de 12.000 m2 en una zona industrial de la misma población donde en la actualidad fabrica diversos elementos relacionados con la fotografía, principalmente trípodes y flashes.
Bilora, aparte de las Ikomatic, fabricó diversas cámaras para otras marcas, fundamentalmente norteamericanas: un par de modelos de “Lancer” para Ansco, la “Revue 44” y dos “Revuematic” para Foto-Quelle, la “Geva 66” y una “Gevabox” para Gevaert, la “Wardette” para Montgomery Ward, numerosos modelos de “Tower“ para Sears y la “Minipack” para Yashica.
NOTA: La mayor parte de este artículo procede de este artículo de Ojo Digital, pues en esencia cuenta lo que quería contar yo. Me he permitido la licencia de incluir informaciones que me parecían interesantes y corregir un par de datos me parecían incorrectos o incompletos. Desde estas líneas mi agradecimiento y reconocimiento a su autor.
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